El cultivo de truchas o truchicultura en Guatemala se ha desarrollado principalmente en el altiplano de Guatemala, en las zonas altas y frías del occidente del país, con disponibilidad de agua pura de manantiales o ríos de montaña ideales para su cultivo. Este cultivo se realiza en pequeñas áreas, habitadas principalmente por comunidades indígenas, que buscan diversificar su producción agrícola. El cultivo de truchas se posiciona como una actividad alternativa con gran potencial para la región y para la economía, especialmente para comunidades indígenas que habitan zonas más extremas. Sin embargo, persisten limitantes para su desarrollo, entre ellas: la dependencia de alimentos balanceados formulados para tilapia, y utilizados de manera inadecuada en el cultivo de trucha, pues no cumplen con los requerimientos nutricionales específicos de la especie; el alto costo de producción y la baja escala de los sistemas productivos dificultan su comercialización local; y la falta aún de conocimiento base en el cultivo trucha, así como temas de bioseguridad. Frente a estos desafíos, y con el propósito de fortalecer la truchicultura en Guatemala, el Fondo Conjunto de Cooperación Triangular Chile–Unión Europea, destinado a financiar proyectos que beneficien a terceros países de América Latina y el Caribe, impulsó el proyecto “Cooperación tecnológica para el fomento de la acuicultura de peces en Guatemala”, liderado por el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP). En este sentido, el principal objetivo del presente proyecto, que busca fortalecer a la seguridad e inocuidad alimentaria para la población de Guatemala mediante la optimización del cultivo de truchas, se llevó a cabo a través de una transferencia íntegra de conocimientos científicos y técnicos en relación al cultivo de trucha a un grupo selecto de guatemaltecos en Chile, permitiendo avanzar en el mejoramiento productivo del cultivo, manejo sanitario y genético, tratamiento de efluentes, agregación de valor productivo, actualización de buenas prácticas acuícolas, y el desarrollo de un manual de buenas prácticas del cultivo de trucha, adaptado al contexto local de Guatemala. Se espera que, los participantes que fueron parte de este intercambio formativo en Chile, puedan replicar este conocimiento en sus respectivos centros productivos, comunidades, instituciones regulatorias, y/o academia local. Durante la ejecución del proyecto, se visualizó un esfuerzo colaborativo de los diversos actores involucrados, en donde compartir conocimiento y dar herramientas fueron clave para mejorar competencias en el cultivo de truchas en todas sus fases, motivando a que los productores locales de Guatemala consideren la importancia de trabajar de manera conjunta, ya sea a través de las asociaciones de cooperativas, y/o entre los mismos productores a nivel país, contribuyendo a fortalecer las capacidades locales en el cultivo de trucha en Guatemala. Fue fundamental además, la creación de redes de cooperación entre Chile y Guatemala, así como vinculaciones estratégicas entre el área gubernamental, productiva y académica, entre ambas naciones. A fin de potenciar la incipiente actividad de cultivo de truchas en Guatemala, que además es muy importante para la diversificación de actividades productivas en comunidades indígenas de la nación, se considera la mantención de estas redes de cooperación y vinculación, e identificar de manera conjunta oportunidades de continuación.
Publicado el: 18.dic.2025
Fortaleciendo el cultivo de truchas en Guatemala a través del Fondo Conjunto de Cooperación Triangular Chile-Unión Europea
El cultivo de truchas o truchicultura en Guatemala se ha desarrollado principalmente en el altiplano de Guatemala, en las zonas altas y frías del occidente del país, con disponibilidad de agua pura de manantiales o ríos de montaña ideales para su cultivo. Este cultivo se realiza en pequeñas áreas, habitadas principalmente por comunidades indígenas, que buscan diversificar su producción agrícola. El cultivo de truchas se posiciona como una actividad alternativa con gran potencial para la región y para la economía, especialmente para comunidades indígenas que habitan zonas más extremas. Sin embargo, persisten limitantes para su desarrollo, entre ellas: la dependencia de alimentos balanceados formulados para tilapia, y utilizados de manera inadecuada en el cultivo de trucha, pues no cumplen con los requerimientos nutricionales específicos de la especie; el alto costo de producción y la baja escala de los sistemas productivos dificultan su comercialización local; y la falta aún de conocimiento base en el cultivo trucha, así como temas de bioseguridad. Frente a estos desafíos, y con el propósito de fortalecer la truchicultura en Guatemala, el Fondo Conjunto de Cooperación Triangular Chile–Unión Europea, destinado a financiar proyectos que beneficien a terceros países de América Latina y el Caribe, impulsó el proyecto “Cooperación tecnológica para el fomento de la acuicultura de peces en Guatemala”, liderado por el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP). En este sentido, el principal objetivo del presente proyecto, que busca fortalecer a la seguridad e inocuidad alimentaria para la población de Guatemala mediante la optimización del cultivo de truchas, se llevó a cabo a través de una transferencia íntegra de conocimientos científicos y técnicos en relación al cultivo de trucha a un grupo selecto de guatemaltecos en Chile, permitiendo avanzar en el mejoramiento productivo del cultivo, manejo sanitario y genético, tratamiento de efluentes, agregación de valor productivo, actualización de buenas prácticas acuícolas, y el desarrollo de un manual de buenas prácticas del cultivo de trucha, adaptado al contexto local de Guatemala. Se espera que, los participantes que fueron parte de este intercambio formativo en Chile, puedan replicar este conocimiento en sus respectivos centros productivos, comunidades, instituciones regulatorias, y/o academia local. Durante la ejecución del proyecto, se visualizó un esfuerzo colaborativo de los diversos actores involucrados, en donde compartir conocimiento y dar herramientas fueron clave para mejorar competencias en el cultivo de truchas en todas sus fases, motivando a que los productores locales de Guatemala consideren la importancia de trabajar de manera conjunta, ya sea a través de las asociaciones de cooperativas, y/o entre los mismos productores a nivel país, contribuyendo a fortalecer las capacidades locales en el cultivo de trucha en Guatemala. Fue fundamental además, la creación de redes de cooperación entre Chile y Guatemala, así como vinculaciones estratégicas entre el área gubernamental, productiva y académica, entre ambas naciones. A fin de potenciar la incipiente actividad de cultivo de truchas en Guatemala, que además es muy importante para la diversificación de actividades productivas en comunidades indígenas de la nación, se considera la mantención de estas redes de cooperación y vinculación, e identificar de manera conjunta oportunidades de continuación.


