
El Instituto de Fomento Pesquero (IFOP) organizó en la Caleta San Pedro, Los Vilos, un taller de difusión orientado a dirigentes y socios de las principales organizaciones de pescadores artesanales locales. La actividad, titulada “Conectando el conocimiento para una gestión pesquera sustentable”, buscó fortalecer la sostenibilidad de las Áreas de Manejo y Explotación de Recursos Bentónicos (AMERB), integrando resultados científicos con el conocimiento local, en las prácticas de manejo y administración de las especies principales de estas áreas.
Apertura del taller: Contexto y objetivos
El evento comenzó con palabras de bienvenida del IFOP, en las que se destacó el compromiso del instituto con la difusión de resultados generados por el Programa de Seguimiento de Pesquerías Bajo Régimen AMERB. Este programa, que se desarrolla desde 2009, tiene como objetivo evaluar el desempeño, el estado de los recursos y la sostenibilidad de las AMERB, y fomentar la corresponsabilidad entre la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura y los pescadores artesanales.
Plataforma de indicadores AMERB
Gabriela Arenas, investigadora del IFOP, presentó una plataforma digital especialmente desarrollada para las OPA titulares de las AMERB, que les permite acceder a información histórica de los estudios realizados por los consultores. Esta herramienta, que reúne información clave sobre aspectos biopesqueros, ecológicos y socioeconómicos, permite a los usuarios acceder a la información de cada una de sus AMERB, y de esta manera tomar decisiones de gestión y de manejo informada.
Dispersión larval y conectividad entre áreas de manejo
Catherine González profundizó en el estudio de dispersión larval y conectividad entre AMERB, destacando la importancia de comprender cómo se mueven las larvas en el entorno marino. La modelación biofísica y los análisis de conectividad han demostrado que la duración de la fase larval influye directamente en la dispersión, siendo esencial para especies como el loco, el erizo y la macha. González enfatizó que las decisiones de manejo deben considerar no solo a los adultos, sino también las fases tempranas del ciclo de vida y las interacciones con su entorno. Este enfoque ayuda a identificar áreas productoras críticas que requieren mayor cuidado y permite diseñar estrategias específicas para cada especie.
Evaluación del estado del recurso loco
Álvaro Wilson presentó los resultados de la evaluación del recurso loco, subrayando que, aunque las AMERB han sido efectivas en ciertas zonas del país, el recurso sigue en estado de sobreexplotación en gran parte de la costa chilena. Esto plantea la necesidad de fortalecer y ampliar las prácticas de co-manejo entre el estado y las OPA titulares de las AMERB, sugiriendo que estas deben ser adaptadas a escalas espaciales coherentes con las dinámicas ecológicas y sociales involucradas. Wilson compartió la propuesta de creación de comités de manejo público-privados que integre tanto el conocimiento científico, las experiencias locales y la normativa vigente, garantizando un manejo más adaptado a las características de cada subpoblación del recurso.
Ley Bentónica y su impacto en la gestión
Cristian López, encargado regional de pesca artesanal de SERNAPESCA, cerró el taller explicando los cambios introducidos por la nueva Ley Bentónica, que establece criterios más estrictos de trazabilidad y sanciones por incumplimientos en las AMERB. Estas modificaciones incluyen la caducidad de planes de manejo en casos de infracciones reiteradas y refuerzan la necesidad de responsabilidad compartida entre los usuarios de los recursos y las autoridades. Además, la Ley introduce medidas para garantizar la habitualidad en las actividades de pesca, lo que contribuye a una gestión más transparente y efectiva.
Conclusiones y proyecciones
El taller destacó la importancia de instancias participativas para fortalecer la relación entre la ciencia aplicada, la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, Sernapesca y las organizaciones de pescadores. La activa participación de los asistentes subrayó la relevancia de continuar promoviendo estas iniciativas, que no solo mejoran la gestión de los recursos, sino que también refuerzan el compromiso con la sostenibilidad y la conservación de los mismos en las AMERB.
Este esfuerzo es un claro ejemplo de cómo la ciencia aplicada puede integrarse de manera efectiva en la gestión pesquera, avanzando hacia un manejo más responsable y adaptado a las complejas realidades de los ecosistemas marinos.